Domingo, 1 de octubre
Ayer por la noche las noticias eran que se habían intervenido las comunicaciones de la Generalidad por la Guardia civil.
Ahora, a las ocho de la mañana, lo que se oye es que los mossos no están cerrando los colegios electorales, como tenían que haber hecho a partir de las seis de la mañana, por orden judicial. Están entrando urnas y papeletas en algunas de ellas.
Por otro lado, acaba de salir el ínclito Turull diciendo que han conseguido evitar todas las dificultades que el Estado les ha ido poniendo con una heroica solución. Por eso, la última ocurrencia es que cualquier ciudadano puede votar en cualquier colegio electoral, se puede votar sin sobres, que no se han podido volver a confeccionar, y las urnas no son transparentes, pero también vale. Además se ha creado una especie de consejo de garantías en sustitución de la junta electoral, entre los que al parecer hay varios catedráticos adscritos a la causa y, vaya, un notario. Son tremendos la desfachatez y el desafío de estas personas, de estos gobernantes, al orden establecido.
Escucho ahora por la radio que al parecer, la consigna do gobierno sería que la policía y guardia civil se desplegarían a partir de las nueve una vez que fuera claro que los mossos no han actuado. Un poco raro porque a esas alturas es difícil hacer nada, con toda la gente ya en los colegios electorales.
Efectivamente, hoy es difícil hacer nada que se debería haber hecho y nos encontramos con una farsa de referéndum, que no tiene garantía alguna y que, precisamente por ello, permitirá al gobierno de Cataluña tener la imagen que quiera y también, por la falta de evidente de garantías, publicar el resultado que tenga a bien
No hay comentarios:
Publicar un comentario