jueves, 14 de septiembre de 2017

Donald Trump ¿una oportunidad para la Unión Europea? Entrevista con Miguel Poaires

Publicado en el Blog ¿Hay Derecho? el 12 de febrero de 2017

Coescrito con Elisa de la Nuez.

El pasado día 3 de febrero, Ignacio Gomá y yo tuvimos la oportunidad de participar en el Seminario organizado por la Aspen Institute España en Madrid con Miguel Poaires Maduro, antiguo Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea,  dentro del ciclo de encuentros Justicia y Sociedad Civil. Agradecemos a nuestro colaborador y Secretario de
Aspen Institute España, José María de Areilza, su amable invitación. La sesión consistió en una reflexión sobre los Derecho Humanos en la Unión Europea realizada brevemente por el ponente seguida de preguntas de los asistentes.
Enlazamos aquí una lectura que se nos recomendó para la jornada mencionada.
¿Quién es Miguel Poiares? Miguel Poiares Maduro (1967) es un político y académico portugués. Fue Ministro adjunto al Primer Ministro y de Desarrollo Regional de 2013 a 2015. También profesor de Derecho en el Instituto de la Universidad Europea de Florencia y profesor visitante en la Universidad de Yale. Abogado General en el Tribunal Europeo de Justicia de Luxemburgo de 2003 a 2009. También Fulbright Visiting Research Scholar of Law en la Universidad de Harvard
Es Doctor en Derecho por la mencionada Universidad florentina y ganó el Purpose Prize Europe por la mejor tesis. Ha trabajado como lecturer en numerosas instituciones.
Ha pertenecido al comité político de del candidato Aníbal Cavaco Silva en las elecciones presidenciales de 2011. Entre 2012 and 2013, sirvió como miembro del Grupo de Alto Nivel de la Comisión Europea en Libertad de Medios y Pluralismo. En 2016 fue elegido director del Comité de Gobernanza de la FIFA.
Recibió en 2010 el Premio Gulbelkian de ciencia y otros reconocimientos.
Nuestra entrevista. Después de la sesión, le hicimos una pequeña entrevista al ponente en relación con los problemas que padece en la actualidad la Unión Europea y su posible reacción mediante la utilización de las herramientas políticas y jurídicas de que dispone. Nos referimos tanto a las agresiones internas que plantean Estados miembros como Polonia y Hungría como a las posibles agresiones externas procedentes de los Estados Unidos de Trump. Aquí está el resumen de nuestra conversación.
PREGUNTA.- ¿Podemos y debemos aspirar en el futuro a un Derecho sólido en el marco de la Unión Europea?
RESPUESTA.- El Derecho necesita siempre un margen de indeterminación para ajustarse al cambiante contexto social. El Derecho no puede ser sólido, tiene que concretarse atendiendo a las necesidades políticas, administrativas, etc. Por tanto, en Europa no debemos aspirar sólo a un Derecho sólido susceptible de aplicación judicial. Pero lo que es importante es que los pilares del Estado de Derecho sí sean sólidos y pueda garantizarse su protección efectiva. Desgraciadamente ahora en Europa hay Estados donde no se están defendiendo los pilares del Estado de Derecho de forma efectiva.
PREGUNTA. Teniendo en cuenta las limitaciones técnicas que existen para proteger adecuadamente los derechos fundamentales en el marco de un Estado miembro ¿Cómo explicar a los ciudadanos europeos de que hay una garantía efectiva de esos derechos pero que también hay unos cauces técnicos y unos requisitos muy determinados para hacerlos efectivos?  ¿Cómo hacerle llegar la idea de que tiene derecho a esa protección de sus derechos fundamentales como ciudadano europeo pero que existen limitaciones y requisitos técnicos a veces muy complejos?
RESPUESTA.- El problema es que la retórica europea ha creado en muchas áreas unas expectativas muy elevadas en relación con lo que la Unión Europea puede garantizar a los ciudadanos europeos. Esto se ve con claridad en relación con la protección de sus derechos fundamentales dentro de un Estado miembro. El contraste entre las expectativasque esa retórica genera y los herramientas reales de que dispone la Unión Europea para garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos está detrás de la pérdida de legitimidad y de confianza en las instituciones europeas. Pero los ciudadanos deben darse cuenta de que esos límites son consecuencia de los límites que la mayoría de los ciudadanos de los Estados miembros quiere que se pongan a la Unión Europea. Los ciudadanos unos días dicen que la Unión Europea tiene demasiado poder y al día siguiente dicen que no tiene suficientes mecanismos para garantizar sus derechos fundamentales dentro de los Estadosmiembros. Recuerda al chiste de Woody Allen sobre los comensales que se quejan a la vez de lo mala que es la comida de un restaurante y de lo pequeñas que son las raciones. Sin embargo, también creo que hay más posibilidades de defensa de los derechos fundamentales dentro de los Estados miembros de las que se están utilizando. Que existen herramientas técnicas que no están totalmente exploradas desde el punto de vista de la Unión Europea. He dado ejemplos en relación con las elecciones al Parlamento Europeo. Si en un Estado miembro no se garantiza la libertad de prensa entonces podemos decir que las elecciones al Parlamento europeo no se realizan en condiciones adecuadas o conformes con los principios y requisitos de la Unión Europea. Y esto afecta directamente a la Unión Europea, a su funcionamiento y a su  democracia.
PREGUNTA. Sin embargo usted no cree que haya voluntad política por parte de las instituciones europeas para atacar los problemas de fondo de países como Hungría o Polonia. Usted considera que se está llevando a cabo una política de apaciguamiento…
RESPUESTA. Efectivamente, creo que la aproximación de las distintas instituciones europeas en relación con la pérdida de popularidad de la Unión Europea y los posibles conflictos con algunos Estados miembros ha sido la de minimizar los conflictos. Se ha tratado de no imponer nada a los Estados miembros, de generalizar las decisiones por unanimidad abandonando la regla de la mayoría (incluso cuando está prevista la adopción de decisiones por mayoría) para tranquilizar a los Estados. Considero que esta actuación forma parte de una actitud muy a la defensiva frente al auge de los movimientos populistas  y euroescépticos. Piensan que es mejor callarse, no provocar, y yo creo que se está demostrando que esa no es la forma de defender los intereses de la Unión Europea; que es necesario que la Unión Europea no pase desapercibida. La Unión Europea tiene que mostrar su valor añadido.  Pero no ha sido esa la reacción que ha habido hasta ahora.
En la política hoy lo que más se teme es el ruido. Los políticos que son percibidos como más conciliadores o  que intentan pasan desapercibidos, que pasan sin mojarse por los temas  son los que sobreviven. Esta es la cultura política dominante porque es muy difícil lidiar con el ruido mediático así que la tendencia es minimizar el ruido. Por eso se hace una política de mínimo denominador común, que tiende a preservar el “status quo” y a minimizar las fricciones y el ruido. Esto es lo que pasa ahora en la Unión Europea, pero esto es el reflejo de una actitud política generalizada y que revela los problemas de fondo de nuestras democracias.
PREGUNTA: ¿Que se puede hacer a nivel político y jurídico con países como Hungría o Polonia?
RESPUESTA: Desde el punto de vista jurídico, hay que intentar demostrar que las vulneraciones sistémicas de derechos fundamentales que están ocurriendo en esos países son también vulneraciones del Derecho de la Unión Europea. Estos Estados no pueden cumplir con sus obligaciones con la Unión Europea. Existe posibilidad de suspender fondos europeos en caso de desequilibrios macroeconómicos; pues bien esta posibilidad debe de extenderse a los casos de países que infringen derechos fundamentales, en las mismas condiciones que existen ya para otros supuestos. Creo que sí se empieza a discutir esto ya sería una señal importante desde el punto de vista político.
PREGUNTA. Desde luego, parece un mensaje muy eficaz frente a estos países.
RESPUESTA. Mucho más que los procesos jurídicos que llevan mucho tiempo.
PREGUNTA. ¿Puede representar Trump una oportunidad para la Unión Europea?
RESPUESTA. Sin duda, porque Trump es una provocación externa y los líderes europeos tienen que responder con una voz muy asertiva. No tienen más remedio.
PREGUNTA. En ese sentido, declaraciones como las de Donald Tusk han sidomuy bien recibidas. Parece que dice: “Aquí está la Unión Europea”.
RESPUESTA. Porque súbitamente la Unión Europea demuestra su valor añadido. ¿Quien es el Estado miembro que ha demostrado más su falta de confort para lidiar con USA? Pues el Reino Unido porque ya no tienen poder de negociar. Ya no tienen detrás a la Unión Europea. Dependen tanto del tratado con USA que no pueden permitirse entrar en conflicto con Trump.
PREGUNTA. El valor añadido de la Unión Europea ¿es ahora mucho más visible después de Trump?
RESPUESTA. Sin duda ahora se percibe mejor el valor de la Unión Europea. Por ejemplo, en países que hasta hace poco eran euroescépticos como Finlandia, súbitamente después de la retórica anti-OTAN de Trumpestos países perciben que sus necesidades de protección común pasan por la Unión Europea, y que hay que revalorizarla. Es un ejemplo claro de que Trump puede representar una oportunidad para la Unión Europea, para que ésta haga frente con otra voluntad y con otra decisión a los desafíos. Ya ha sido así en el pasado, recordemos que los grandes avances en la construcción europea han sido resultado de grandes crisis. Lo que ocurre ahora es que las grandes crisis internas ya no son suficientes para proporcionar los avances necesarios, tal y como ocurría en el pasado. Puede que sea una crisis externa la que nos de la capacidad para crear la cohesión interna necesaria dentro de la Unión Europea.
PREGUNTA. Las crisis externas tienen también un mayor componente emocional…
RESPUESTA. Porque es posible encontrar “traidores”. Lo que la Unión Europea ha perdido  es la posibilidad de reconciliar preferencias distintas de sus ciudadanos en los distintos Estados miembros, y eso es precisamente la función de la política. La Unión Europea reconciliaba diferentes intereses de personas en distintos Estados miembros; por ejemplo, los británicos querían más liberalización y más mercado único y los franceses y alemanes querían más integración política. Se aceptó entonces más liberalización a cambio de más integración política (decisión por mayoría). Estos trade-off o capacidad de reconciliar intereses divergentes pueden surgir hoy de la amenaza externa. Ahora el norte de la Unión dará prioridad a una defensa colectiva europea y a cambio puede aceptar más necesidad de solidaridad a nivel económico y social con los países del Sur de Europa. Este puede ser el nuevo trade off. Claro que esta es una conclusión optimista en un contexto que casi nos pide ser pesimistas. Pero yo prefiero ver las oportunidades. No vale la pena ser escépticos y cínicos, porque no podemos hacer nada. Es mejor ver las oportunidades para construir cosas nuevas.
PREGUNTA:  También hay que mirar para atrás y ver lo que hemos ganado.
RESPUESTA. Sin duda. Hemos mejorado mucho, estamos mucho mejor que antes. Claro que también hemos perdido oportunidades, y ahora el contexto internacional es realmente muy preocupante, pero la verdad es que la realidad de la vida para la gente es sustancialmente mejor hoy de lo que era hace 50 años, especialmente en países como España y Portugal que no eran democracias y tenían un nivel de desarrollo social y económico muy bajo.  Hay que valorar lo que hemos conseguido, pero tampoco nos tenemos que acomodar tampoco.
PREGUNTA: Para terminar un par de preguntas sobre sus experiencias personales. La primera en relación a la figura del Abogado General, cargo que ha ejercido usted. Es una figura que no no tiene parangón en España y que nos suscita interés. ¿Sería trasladable a otros países? ¿Qué aporta al proceso?
Es una figura muy particular que no existe en los Estados miembros, aunque en Francia hay algo parecido, aunque no exactamente igual. EL Abogado General se llama abogado, pero no lo es; es un miembro del tribunal y tiene estatuto de juez con las mismas obligaciones de objetividad, independencia y neutralidad. Es parecido al ponente de los tribunales españoles, pero tampoco  es exactamente igual.  Hasta que presenta su informe trabaja en el asunto con los jueces pero cuando lo presenta deja de trabajar para el tribunal. La importancia de su figura tiene que ver con que el tribunal no muestra las posiciones individuales de cada juez, porque no hay votos particulares de los jueces ni votos en contra. Hay una expresión francesa, le juge que parle, que lo refleja bien: es el único miembro del tribunal cuya posición es conocida y ello se debe a que por su especial composición hay compromisos que obtener y mínimos denominadores comunes que buscar, precisamente porque no hay votos particulares ni votos contrario. Esto es lo que da sentido a la posición del abogado general, la búsqueda de una posición común.
PREGUNTA: Finalmente, para despedirnos, cuéntenos en cuál de sus múltiples experiencias profesionales ha disfrutado más, o se siente más satisfecho.
Cuando jugaba a futbol con 14 años de edad…. (se rie). Bueno, hablando en serio, en todas esos cargos tuve momentos de gran recompensa y de gran frustración. Lo que cambia es la intensidad de las experiencias. En política, la presión, satisfacción y frustración es más grande, de una mayor intensidad, que en puestos más técnicos como el de abogado general. Es más, pues, la intensidad y los ritmos de las cosas lo que marca la diferencia. Me gusta haber vivido todas esas diferentes vidas profesionales y lo que puedo decir es que de todas ellas me he beneficiado para las experiencia profesional siguiente.
PREGUNTA: ¡Y ahora en la FIFA, vuelve al fútbol de los 14 años¡
Asi es….(se rie)

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